Está claro que la música es una parte muy importante
en la vida de muchas personas pero sobretodo, es muy beneficiosa en el trabajo
con los niños, las razones son las siguientes:
ü La música ayuda en las
relaciones con los demás
ü Mejora el habla y el
conocimiento de nuevas palabras e idiomas
ü Favorece la memoria y la
retención de nuevas palabras
ü Estimula la expresión
corporal
“La música
no es solo música, es baile; movimiento; palabras nuevas; ritmos diferentes
acompañados de sensaciones; complicidad con otras personas”
Acudiendo
a teorías, Gardner habla de inteligencia como “capacidad que tiene el individuo de resolver problemas o de crear
productos que sean valiosos en uno o más ámbitos culturales”
Una
actividad en la que se puede trabajar con música y además las emociones, un
tema muy importante en la etapa de infantil es ¿Cómo lo sientes? A continuación
te contamos cómo realizarla, ¡Empezamos!
Esta
actividad se puede hacer en diferentes días y así trabajar poquito a poco las
emociones.
Como es normal, se puede empezar con una asamblea donde se recuerde las
emociones que las personas podemos sentir e intentar recordar situaciones donde
cada niño ha sentido alguna de ellas, por ejemplo: “He sentido miedo cuando me
he ido a la cama”, “me he sorprendido cuando me regalaron cosas por mi cumple…”
Tras un
rato de conversaciones, se pueden ir poniendo diferentes canciones que sonarán
en la próxima actividad. Serán canciones que nos puedan hacer sentir emociones,
abajo os dejamos algún ejemplo pero el repertorio puede ser tan amplio como
queráis. Conforme vayan sonando se les puede ir haciendo preguntas para que las
vayan asociando con alguna de esas sensaciones o sentimientos.
¡Y es
aquí donde empieza la acción!
Se les
explicará a los niños que va a sonar música y que pueden moverse libremente por
el espacio, expresando con su cuerpo lo que la música les hace sentir, sobre
todo hay que explicarles que sus movimientos o expresiones deberían ir acorde
con la música.
Se pondrá en un CD o mediante el ordenador las canciones que
queremos que suenen y observaremos los comportamientos de los niños, a su vez
podemos ir comentando cosas o creando una historia que peque con la sintonía.
Algunos ejemplos de las canciones o melodías que se pueden utilizar:
Iremos observando el desarrollo de la clase y el comportamiento
de los niños haciéndoles partícipes, cuando veamos que los niños ya no tienen
ganas de seguir pararemos la actividad y podremos comentar entre todos ciertas
cosas:
Alguna variante que se puede realizar es colocar cartulinas
por la sala con imágenes de las diferentes emociones y que los niños deban
acercarse a cada uno de ellos y bailar en esa parte dependiendo de la emoción
que les hace sentir.
Esto es como todo, la base es esta pero el resultado
¡depende de vuestra imaginación!
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